Esta es una Columna de Opinión para un cliente. Espero les guste.
En los tiempos actuales, donde se está masificando el uso del celular no sólo para conversar o recibir mensajes, sino como un centro multimedia, donde la música, la Internet, los videojuegos e incluso el potente avance de los medios sociales irrumpen en la vida diaria, aún hay un tema que sigue siendo la piedra de tope y que irrita a más de un usuario: el cambio de compañía y, por ende, de número celular.
En pocas palabras, la portabilidad numérica se refiere a la posibilidad de que el número celular, al cambiar de compañía, también pueda migrar, evitando de esta manera perder el número antiguo y solucionando en gran medida uno de los problemas de los usuarios, que al elegir otro proveedor de telefonía, ya sea celular o de número fijo, perdía el número que utilizaba hasta ese momento, entorpeciendo de manera considerable sus labores diarias.
En diversos países de América Latina ya está funcionando el sistema de portabilidad numérica, con una excelente acogida. Por ejemplo, en Brasil esta norma rige desde marzo y a la fecha presenta más de un millón de solicitudes de cambio, mientras que en Perú en sólo 5 días se recibieron más de mil trámites de clientes que querían migrar a una nueva compañía. En otros países como México, República Dominicana y Colombia también se ha implementado, con similares resultados.
Chile, en este sentido, no se queda atrás. Desde fines de 2003 el proyecto estaba en la Cámara de Diputados, sin avance alguno. Pero en 2008 esta propuesta recibió nuevos aires y se comenzó a reformular, siguiendo de cerca el caso mexicano, que en sólo seis meses implementó el sistema con gran éxito. En 2009 comenzaron las reuniones para abordar este tema en un Comité Técnico que incluía a los operadores de telefonía y al Gobierno, para que finalmente el 1 de Junio de este año ingresara al Congreso el Proyecto de Ley en relación con la portabilidad numérica. Poco más de un mes después, el Gobierno le puso suma urgencia de este trámite en el Legislativo, lo cual les otorga 10 días de plazo para discutirlo y tomar una decisión sobre el tema.
Este proyecto contempla algunos conceptos que son interesantes de abordar, como el hecho de poder migrar aún teniendo deudas con la empresa anterior. Otro punto importante es la gratuidad del trámite en sí, cuyo costo será absorbido por la empresa que reciba al cliente.
Eso sí, aún hay puntos importantes que abordar. En primer lugar, la creación de una base de datos de quienes se cambien de operador, la cual será lanzada a concurso a nivel internacional por el Gobierno. En otras palabras, la portabilidad de los números se realizará a través de una base de datos única y centralizada previa reglamentación de su financiamiento, condiciones de funcionamiento e interoperación entre el organismo administrador independiente y los concesionarios del servicio. Otro punto importante es que, aunque exista la debida gratuidad del servicio en sí, el usuario incurrirá de igual forma en un gasto si no se condiciona a las empresas a que cancelen ellos la compra de un nuevo chip telefónico. Esto, debido a que las tecnologías entre diferentes equipos son diferentes y al cambiar desde un celular uno básico a uno con conectividad 3G implica este proceso. Otro detalle es el hecho de que se les obligue a los operadores móviles a vender los equipos ya desbloqueados, lo cual ayudaría a los usuarios a que, al momento de cambiar de compañía, también deban cambiar el equipo si este se encuentra bloqueado para uno exclusivo de una u otra empresa. Finalmente, otro detalle importante es el artículo en el Proyecto de Ley que no obliga a los operadores a continuar el servicio durante la transición, lo cual ciertamente debe ser regulado, como el caso de Perú donde este corte se realiza en horarios de poco uso de la telefonía móvil, desde la medianoche hasta las 6 de la mañana.
En resumen, si bien el trabajo que se ha realizado con respecto a este tema ha sido titánico, con grandes esfuerzos de parte de las empresas como del gobierno, aún hay detalles que no son insignificantes, los cuales debieran, una vez realizado, asegurar la gratuidad real de este trámite, además de preveer los posibles vicios que pudiera tener esta nueva ley.
